La calabaza es un alimento muy sano y de bajo contenido calórico, rico en vitamina A y betacarotenos. En platos salados o dulces, esta hortaliza es muy apreciada por los cocineros del mundo debido a su alta versatilidad. Cocinada con el aceite de oliva virgen extra Magnun Sess Organic, esta cremita está de lujo, pues aporta a la hortaliza una serie de matices excepcionales.
La calabaza es una hortaliza repleta de propiedades beneficiosas para nuestro organismo. Pariente botánica del melón, el calabacín, la sandía y el pepino, la planta de esta baya de cáscara dura es originaria del continente americano, donde a su fruto también se la conoce con el nombre de zapallo.
Rica en vitamina A, betacarotenos, potasio y fibra, esta hortaliza carnosa nos proporciona vitaminas y minerales esenciales sin aportar apenas calorías. Muy digestiva y de un sabor inigualable, la calabaza presenta una textura suave y ligera convirtiéndose así en una materia prima muy demandada por la cocina universal.
De hecho, su versatilidad no hace sino expresar las infinitas preparaciones a la que se presta. Cocida, asada, hervida, salteada… sus elaboraciones son ilimitadas, pero todas ellas aportan un gran dinamismo a la gastronomía que la presenta no solo en sopas, cremas o guarniciones, sino también en cocina dulce como flanes, pasteles o confituras.
INGREDIENTES
150ml de aceite de oliva extra virgen
820g de calabaza
5 zanahorias
2 puerros
1 chile de árbol o guindilla
1 patata
Sal y pimienta al gusto
perejil
ELABORACIÓN
En primer lugar, pelamos, limpiamos y troceamos la calabaza, las zanahorias, el puerro y la patata. Después las rehogamos con aceite de oliva virgen extra durante unos 20 minutos y agregamos una pizca de sal. Si queremos darle un toque picante a la composición, añadimos el chile o guindilla.
Acto seguido, cubrimos las verduras con 1 vaso de agua y las ponemos a cocer a fuego medio durante unos 30 minutos, aproximadamente.
Transcurrido el tiempo, comprobamos que todos los ingredientes estén tiernos. De lo contrario, dejaremos que cuezan un poquito más.
Cuando hayamos conseguido la cocción deseada, retiramos la olla del fuego y escurrimos el agua. Reservamos.
Batimos los ingredientes hasta conseguir una crema homogénea, que conseguiremos añadiendo una porción de agua de cocción si fuese necesario.
PRESENTACIÓN
En un cuenco depositamos la cantidad de crema que deseemos. Regamos la composición con un chorrito de aove.
Esta crema de calabaza se puede consumir tanto templada como caliente… ¡a elección del comensal! También podemos acompañarla de unos picatostes.